Al caer la noche, la abuela se encontró incapaz de conciliar el sueño debido a una molesta tos que la mantenía en alto.Con un coñazo y un puff, decidió colarse por la puerta trasera, buscando una brisa fresca para calmar su irritada garganta.Poco sabía, su hijo había invitado a unos cuantos amigos renquilos a una fiesta nocturna, sus estridentes risas y música resonando por la casa.La conmoción solo sirvió para despertarla aún más, haciendo que tosiera aún más.Los amigos, al escuchar sus ronquidos, asumieron que se había unido a su fiesta y decidieron hacer una broma.Cambiaron a la tele, subieron el volumen y se escondieron detrás del sofá.Cuando entró, la vista de la ruidosa y luminosa habitación la envió a un ataque de confusión y risas.Sus amigos encontraron esto hilarante, y la noche se convirtió en una aventura salvaje e inesperada para la sleepydma.