A raíz de su corrupto arreglo, dos madrastras maduras se encuentran en la oficina del director.El director, un hombre de cuestionable moral, aprovecha rápidamente la oportunidad para satisfacer sus deseos.Ordena a una de las mujeres que se arrodille y le haga una garganta profunda que lo deje sin aliento.Como ella lo complace apasionadamente, su compañera madrasdrastra está quitándose ansiosamente el vestido, dejando al descubierto su voluptuoso y sin pelo cuerpo.El principal no puede resistirse y no pierde tiempo en hundirse en ella.Las mujeres, tanto rubias como maduras, se turnan para montarlo a lo vaquera, con sus gemidos llenando la oficina.El principal, siempre el entusiasta, luego tiene a una de la mujeres inclinada sobre su escritorio, follándola por detrás, con sus amplios pechos rebotando en cada embestida.El encuentro las deja a todas jadeando y satisfechas, su malvado acuerdo sellado con una caliente sesión de sexo.