Andy, una belleza pequeña despampanante, había estado en un torbellino de citas con un apuesto semental europeo.Estaba emocionada con la perspectiva de llevar su relación al siguiente nivel.En una cálida noche de verano, la invitó a su casa para una cena romántica.Al sentarse en su coche, compartiendo un beso apasionado, la excitación de Andy se convirtió en deseo.Dejó de cerrar los pantalones y tomó su hombría en su boca, dándole una mamada impresionante.Su lengua experta trabajó su magia, llevándolo salvaje de placer.El sabor de su excitación era embriagante, y no podía tener suficiente.Gimió en éxtasis mientras ella le hacía una garganta profunda, su marco pequeño se movía rítmicamente.El coche se convirtió en su refugio privado de placer, sus cuerpos se entrelazaron en un baile de deseo.La noche terminó con la promesa de venirse, dejando a Andy ansioso por más de su toque.