El video presenta a una esclava sumisa que está atada y vendada. Está indefensa mientras su pareja dominante usa su látigo para castigarla de varias maneras. Las técnicas de azotes ásperos se usan para hacerla gemir y retorcerse de placer. Su cuerpo está atado y restringido, lo que agrega intensidad a la escena. La dinámica de poder entre los dos hombres es intensa e intenso, haciendo que la esclava sienta que está siendo castigada por todos sus pecados. El video no es para los débiles de corazón, ya que presenta un castigo áspero y brutal que podría dejar a cualquiera deprimido.