Me quedé sorprendido cuando llegué a casa para encontrar a mi novia esperándome, y no cualquier sorpresa común y corriente.Tenía un brillo pícaro en sus ojos, y un indicio de una sonrisa jugando en sus labios.No fue hasta que comenzó a desvestirse que me di cuenta de lo que estaba haciendo.Se dejó caer de rodillas frente a mí, sus ojos nunca salieron de los míos, y comenzó a explorar lo largo de mí con su lengua.Era una vista para contemplar, sus delicados dedos desabrochaban lentamente mi camisa, dejando ver mi pecho.Sus labios siguieron, trazando los contornos de mis músculos, su lengua saboreaba cada centímetro de mí.Fue un baile sensual, una seducción lenta y deliberada que me dejó sin aliento.Mientras seguía complaciéndome, sus ojos jamás salieron de lo mío, encerrados en una mirada apasionada que hablaba volúmenes.Fui un momento que no olvidaré pronto, un testimonio del poder del amor y de la belleza del deseo.