En medio de las festividades de Halloween, mi esposo y yo decidimos tener una noche salvaje.Mientras sus amigos estaban afuera, nos entregamos a un apasionado amor.El ambiente era embriagador, alimentado por el espíritu de las vacaciones y el alcohol que habíamos consumido.Al entrar al dormitorio, el deseo entre nosotros era palpable.Sus manos recorrían mi cuerpo, explorando cada centímetro de mí, su tacto enviando estremecimientos por mi columna.Podía ver el hambre en sus ojos, reflejando la lujuria que lo consumía.Me rindí a sus avances, permitiéndole explorar mi cuerpo con detalle.Sus dedos trazaban un camino de fuego por mi piel, excitándome del deseo.Al entrar, nuestros cuerpos se movían al ritmo, perdidos en los la gargantas de la pasión.La habitación resonaba con nuestros gemidos, un testimonio de nuestro placer compartido.La noche se llenó de intenso amor, dejándonos a ambos gastados y satisfechos.Era una noche bien siempre acaricia, gracias a nuestros amigos y al espíritu de HalloWEEN.