Después de una tarde perezosa, me encontré a solas con la hermana de mis amigos.El calor entre nosotros era palpable, y no pudimos resistir las ganas de explorar nuestros deseos.Siempre habíamos compartido una conexión especial, pero ahora era el momento de llevarlo al siguiente nivel.Ella me desnudó, revelando mi anticipación palpitante.Tomé el control, empujándola a la cama suave, sus piernas se abrieron de par en invitación.Me sumergí en ella, nuestros gemidos resonaban en la habitación.La pasión era intensa, nuestros cuerpos se movían en ritmo perfecto.Me cabalgó, su dulce coño enviando olas de placer a través de nosotros dos.El clímax fue explosivo, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos.Nuestro encuentro íntimo nos dejó a ambos ansiosos más, un testimonio del deseo crudo y sin filtros que había estado ahogando entre nosotros.