Después de años de fantasear al respecto, por fin había llegado el momento de que un chico explorara lo más profundo del estrecho ano de su amiga tetona.La anticipación era palpable mientras le lamía suavemente el ano de color sonroso, provocándola y tentándola con su hábil lengua.Ella gemía de placer, con los ojos encerrados en los suyos, una mezcla de miedo y excitación en ellos.Luego tomó sus grandes tetas naturales en sus manos, masajeándolas mientras continuaba lamiendo su culo.Su amiga estaba completamente descalza, lo que se sumó a la cruda y primordial sensación del encuentro.Ella correspondió tomando su enorme polla en su boca, sin dejar nunca los ojos.Había llegado el momento para la penetración. Deslizó lentamente su palpitante miembro dentro de su esperado ojete, provocando un grito ahogado de placer por parte de ella.La vista de su gran verga desapareciendo en ella fue suficiente para hacer que perdiera el control, y comenzó a embestir cada vez más fuerte.El intenso placer de su primer encuentro anal los dejó a los dos sin aliento y satisfechos, sus cuerpos entrelazados en el trasero.