Lyra Lockhart, una pícara zorrita con canto de robar, se encontró en una situación precaria cuando la pillaron con las manos en la masa en una tienda de alta gama.El guardia de seguridad de las tiendas, un hombre fornido con una presencia amenazante, era más que un típico guardia de seguridad del centro comercial.Reveló sus verdaderos colores, revelando un miembro masivo y palpitante que exigía la dirección de Lyra.De espaldas a la pared, se quedó sin más remedio que sucumbir a sus demandas.El guardia, recurriendo a su nuevo poder sobre el joven ladrón, le ordenó que se arrodillara y lo tomara en su boca.Lyra, impulsada por el miedo y la lujuria, obedeció. Ella devoraba ansiosamente su enorme polla, sus ojos se llenaban de una mezcla de asombro y deseo.Después de una exploración oral a fondo, luego la doblaron, sus bragas rosas se descartaron, listas para ser arrasadas.El guardia, ahora completamente en control, tomó a Lyra por detrás, su cuerpo se movía en ritmo con sus poderosas embestidas.El garaje se convirtió en su parque de juegos personal mientras continuaba dominando a la joven, llevándola al borde del éxtasis.Al final, Lyra quedó sin otra opción que someterse a cada uno de sus deseos, un testimonio del poder de un hombre con una gran polla.