Después de una acalorada discusión con mi padrastro, las cosas dieron un giro inesperado.Él comenzó a ponerse rudo, y podía sentir sus dedos explorando lugares que no deberían.Intenté resistirme, pero él estaba implacable, usando su tamaño y poder para dominarme.Su polla me penetró, llenándome de maneras que nunca pensé posible.El dolor fue intenso, pero el placer fue aún más abrumador.No pude evitar gemir mientras continuaba follándome, su polla negra se deslizó sin esfuerzo en mi apretado agujero.El éxtasis era demasiado, y lágrimas de placer se rodaron por mi cara.Cuando se sacó, su carga caliente golpeó mi culo, dejándome completamente agotada.Pero sabía que esto no era el final.Sabía que volvería por más.Y sabía que no tenía poder para detenerlo.