Después de un agotador día de compras y recados, las dos hijastras se vieron completamente agotadas.Sus niveles de energía estaban en un mínimo histórico, dejándolas anhelando cierta relajación muy necesaria.Cuando se dirigieron de regreso a casa, apenas podían mantener los ojos abiertos.Al llegar, se encontraron con la vista de su padrastro, quien rápidamente se ofreció a darles un relajante masaje de espalda para ayudarlas a relajarse.Las chicas estaban sobre la luna con emoción al pensar en algunos cuidados tiernos de su padrstro.Como sus hábiles manos trabajaban su magia en sus cansadas espaldas, sus mentes comenzaron a vagar hacia deseos más carnales. Hace poco, la ropa se les escapaba y el miembro palpitante de sus padrastros estaba en sus bocas ansiosas.La vista de sus padrstros satisfechos gemidos solo avivaba su insaciable lujuria.Las chicas se turnaban para darle placer, sus lenguas trabajaban en conjunto para llevarlo al borde del éxtasis.El masaje había sido un alivio, pero no en la forma en que alguien lo había anticipado.