¿Qué puedo decir?Soy un hombre de ciertos gustos, y lo que más me acelera la sangre que cualquier otra cosa es un par de senos plenos e invitantes.Y ha conseguido que sólo los que me pongan el corazón a follar.Sus curvas son un llamado de sirenas, imposibles de ignorar, y están en plena exhibición para que deleite mis ojos.Pero no es solo su tamaño el que me pone en marcha.Es la forma en que tienen forma, la forma en en que se presentan, la manera en que suplican por atención.Sus pezones, firmes y erectos, son un testimonio de su excitación, una señal de la pasión que eyacula bajo la superficie.¡Y ¡ahí, qué vista son!Son el complemento perfecto a sus atributos más grandes, añadiendo una capa extra de atractivo a un paquete ya irresistible.Su cuerpo es un provocador tentador, una promesa de placer que es imposible resistirse.Y yo, indefensamente atraído a ella, no puedo evitar cautivar por su belleza, su sensualidad, su atractivo innegable.