Después de años de fantasear con citar a una ama, finalmente mordí el bullet y configuré una reunión.Lo que no esperaba era que me llevaran con los ojos vendados a un sillón, donde mi polla ansiosa se encontraba con un suave toque.La belleza lactante me provocaba y torturaba, sus hábiles dedos trabajando maravillas en mi palpitante miembro.Incapaz de resistirme, quedé colgada en el borde del orgasmo, mi cuerpo retorciéndose de placer.Pero la diversión no se detuvo ahí.Ella procedió a usarme como su juguete, su habilidosa boca y manos conduciéndome al borde del éxtasis.Y cuando finalmente me permitió correrme, la tortura continuó.Me hizo ver mientras usaba su propio culo húmedo y lactante para darse placer, dejándome en un estado de sumisión absoluta.Era una noche de placer y dolor, de dominio y sumisión, que me dejaba anhelando más por más.