He estado mirando a la esposa de mi hermanastro por un tiempo ahora.Lo sé, está mal, pero no puedo evitarlo.¡Ella es tan malditamente caliente!El otro día, cuando mi hermano estaba fuera, decidí tomar las cosas en mis propias manos.Literalmente.Me culeé en su habitación y comencé a jugar con su delicioso coño.No le importó para nada.Todo lo contrario, en realidad se encontraba en ello.Incluso me ayudó a chupar su jugoso clítoris, haciéndome gemir de placer.¡Fue el momento más caliente de mi vida!Después de unos minutos, ambos nos pusimos tan excitados que decidimos llevarlo al siguiente nivel.Empezamos a masturbarnos, nuestros gemidos llenando la habitación.Fue un paseo húmedo, salvaje y loco.Pero la mejor parte estaba por venir.Ambos alcanzamos nuestros orgasmos al mismo tiempo, nuestros cuerpos convulsionándose en el placer.Fue todo un momento de pura felicidad, un momento que nunca olvidaré.