En este cuento tentador de dominio, una mujer de autoridad toma el control, su poder sin control y sus deseos desenfrenados.Comienza atándola sumisa, asegurándolo en su firme agarre, su cuerpo a su merced.Con una sonrisa cruel, desvela su arsenal de placer y dolor, comenzando con una fuerte azotaina.Su mano usa un látigo con precisión experta, cada golpe arranca jadeos de placery dolor de su cautivo atado.Pero el verdadero espectáculo comienza cuando introduce una máquina de follar en la mezcla.La sumisa se queda a su merce, su placer y el dolor agudizados por el metal frío y el ritmo implacable de la máquina.La línea entre el placer yel dolor espesa, cada embestida lo impulsa más profundamente en su mundo de dominio.Esto no se trata solo del acto físico, sino del juego de poder, la tortura psicológica y el control absoluto.Es un mundo donde ella es la diosa, y él es su esclavo dispuesto.Y la audiencia, bueno, llegan a ver cada momento de ello.