Mi cónyuge y yo siempre hemos sido apasionados por explorar nuestros deseos sexuales.Hemos probado varias posiciones y lugares, pero nada supera la emoción de subirlo mientras se mueve.La prisa de la adrenalina es innegable, y el riesgo solo aumenta la excitación.Nuestra última aventura nos llevó a una zona apartada, donde decidimos llevar nuestro paseo en coche a un nivel completamente nuevo.Con el viento en nuestro cabello y el camino por delante, no pudimos resistir las ganas de hacer el amor.Estacionamos el coche, y comenzó la acción.El ajuste apretado de los cinturones de seguridad solo se sumó al erotismo del momento.Los sonidos del motor de revving y las vibraciones del coche debajo de nosotros solo alimentaron nuestro deseo.Ambos estábamos completamente comprometidos en el acto, perdidos en el éxtasis del momento.La experiencia fue estimulante, y no pudiimos evitar reírnos por lo absurdo de todo.¿Pero quién dice que no puede divertirse mientras conduce?.