Después de un agitado día de trabajo, me encontré anhelando algo de acción caliente.Me desnudé hasta los calzoncillos, específicamente las ardientes prendas interiores rojas de mis novias.La lencería subida de tono, un brassiere y unas bragas, tenían un encanto irresistible.No pude resistir las ganas de darme placer.Mi polla palpitaba con anticipación cuando comencé a acariciar, mi mano trabajando expertamente sobre la longitud de mi eje.La sensación de la tela sedosa contra mi piel solo aceleró el éxtasis.Mi cuerpo tembló cuando me acerqué al clímax, el placer se desborda.Con un golpe final, poderoso, solté un torrente de semen caliente y pegajoso, cubriendo la ropa interior en una capa gruesa y cremosa.La vista de mi semen brillando en la lencería roja fue un espectáculo para contemplar, un testimonio de mi lujuria desenfrenada.La felicidad post-orgasmo fue intensa, dejándome en un estado eufórico.La experiencia fue una mezcla tentadora de placer, fetiche y deseo crudo.