¿Qué más emocionante que una cita prohibida?Esa es la pregunta que me hice al descubrir que mi hermano menor amiga albergaba algunos pensamientos traviesos.Sin saberlo ella, estaba revisando subrepticiamente su atractivo culo, y no pudo resistir el impulso de hacer un movimiento.Como compañero entusiasta de los placeres carnales, decidí ayudarlo a saciar sus deseos.Lo que ocurrió a continuación fue un encuentro caliente que nos dejó a los dos sin aliento y deseando más.El sabor embriagador de la fruta prohibida era demasiado tentador para resistirse, y sucumbimos a nuestras urgencias primarias.La emoción de ser pillado solo alimentó nuestra pasión, llevándonos a nuevas alturas de éxtasis.Esta tentadora historia de lujuria y secreto es un irresistible encanto de lo prohibido, un viaje hacia lo más profundo del deseo que te deja anhelando más.