En un giro tentador de los acontecimientos, la hermanastra decidió tomar el asunto en sus propias manos.Ella había estado observando a su hermanastro a la distancia, observando cada uno de sus movimientos.Finalmente, no pudo resistirse más y decidió acercarse a él.A medida que se acercaba, podía sentir su corazón acelerado.Nunca había hecho nada como esto antes, pero el deseo de complacer a su hermanatro fue abrumador.Se arrodilló frente a él, con los ojos encerrados en su palpitante hombría.Con un agarre firme, comenzó a acariciarlo, sus manos se movían hacia arriba y hacia abajo por su eje.La sensación era abrumadora, y podía sentir su propia excitación creciendo.Cuando llegó al clímax, soltó su carga en toda su cara.La vista de ella, cubierta en su esencia, era un espectáculo para contemplar.Ella sonrió, sabiendo que acababa de cruzar una línea a la que nunca antes se había atrevido.