Me estaba animando a mí mismo, disfrutando de una sesión en solitario cuando mi madrastra inesperadamente se asomó.Ella me pilló en pleno acto y estaba inicialmente furiosa.Pero a medida que se acercaba, no pudo resistir la tentación.Se desnudó hasta su lencería, dejando ver sus curvas deliciosas.Sin dudarlo, me montó, tomando el control del ritmo.La habitación se llenó de gemidos apasionados mientras me cabalgaba, su voluptuoso culo rebotando con cada embestida.La vista de su gran y redondo culo era demasiado para manejar.Estaba perdido en el momento, sin poder resistir el atractivo de su cuerpo maduro.El encuentro fue intenso, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos.Era un viaje salvaje que no cambiaría por nada.