En una típica casa suburbana, una joven se encuentra en una situación comprometedora.Ella sola, su hermanastra lejos, dejándola con un deseo abrumador que no puede ignorar.Decide disfrutar de algún autoplacer, pero se queda atascada.Incapaz de alcanzar el lugar deseado, recurre a golpear la puerta de su hermanasdrastra, buscando ayuda.Inicialmente, su hermanastro se sorprende, pero ella entra, ofreciendo una mano amiga, o mejor dicho, una lengua amiga.Besa tiernamente sus hermanastras dentro del muslo, luego se sumerge, lamiendo y provocando su clítoris excitado.El placer envía olas de éxtasis a través de la joven, haciéndola gemir de gusto.Después de una lamida a fondo, la hermanastra se mueve hacia arriba, masajeando su espalda y los dedos de sus pliegues húmedos.La experiencia deja a la joven sin aliento, agradecida por la intervención inesperada de sus hermanas.