En un giro tentador de los acontecimientos, mi novia y mi hermanastra decidieron unirse a mí para un viaje salvaje.La morena bombshell, mi hermanastro, no perdió tiempo en ponerse cachonda y sucia, dejándose caer de rodillas para atender mi miembro palpitante.Mientras me enfocaba en complacerla, mi polola abrió ansiosamente sus piernas, invitándome a explorar sus profundidades.La vista de estas dos bellezas, una con un apretado, derriere ébano y la otra una voluptuosa diosa europea, era demasiado para resistirse.Alterné entre ellas, dándole a cada mujer la atención que ansiaban.Con el tiempo, todos nos vimos entrelazados en un trío apasionado, con mi novia doblada y mi hermanastro justo detrás de ella, uniéndose en la diversión.La escena culminó en un final cremoso, dejando a ambas saciadas y satisfechas.