La escena comienza con una joven y delgada adolescente, Ava Eden, atrapada en flagrante robando en una venta de garaje. El guardia de seguridad, con una enorme polla negra, la confronta y amenaza con denunciarla a la policía si no paga. Ava queda atrapada en una situación difícil, ya que necesita desesperadamente el dinero para mantener a su familia, pero también sabe que el guardia de seguridad podría denunciarla fácilmente a las autoridades. Sin embargo, el guardia de seguridad le ofrece una salida - si acepta un castigo sexual humillante, él mantendrá su secreto. Ava, desesperada por dinero y temerosa de ser atrapada, acepta los términos y es llevada a una habitación privada en el garaje. Allí, es castigada con una sesión de sexo brutal, incluyendo una corrida facial y un castigo de tetas pequeñas. A pesar de su vacilación inicial, Ava finalmente cede a las demandas de los guardias de seguridad y queda aliviada y satisfecha.