Todo comenzó cuando mi hermanastra se acercó a mi casa para estudiar.Nada más llegar, no pude resistir las ganas de mostrarle mi colección de revistas porno.Ella parecía genuinamente interesada en ellas, hojeando las páginas y comentando las diversas escenas.Eso cuando las cosas dieron un giro sorprendente.Mi hermanastra, que siempre pensé que era demasiado joven e inexperta para tales cosas, comenzó a acariciar mi polla dura.Me desconcerté al principio, pero luego la dejé continuar.Resultó que había estado albergando un deseo secreto de complacerme durante bastante tiempo.No solo me dio una paja alucinante, sino que también me sentó a horcajadas, cabalgando mi polla con tanta intensidad que alcancé un clímax explosivo.Fue un momento que no olvidaré en ningún momento pronto.