Los hijastros siempre han sido un poco misteriosos para mí.Son como cualquier otro chico, ¿verdad?Bueno, no este.Tenía una forma única de ver las cosas, y una forma únicade hacer el amor.No puedo decir que me encariñe demasiado con él, pero no se puede negar que recibió cierto encanto por él.Cuando me pidió que me agachara y abriera las piernas, no sabía muy bien qué esperar.Lo que no esperaba era el placer intenso que seguía.Se tomó su tiempo, asegurándose de que cada embestida llegara al lugar correcto.El ángulo era perfecto, y la sensación era increíble.Tuve que admitir que sabía lo que estaba haciendo.Y como continuaba la follada, no pude evitar preguntarme si así se sentían todas las madrastras cuando dejaron que sus hijastros se metieran en sus camas.