Una jovencita fue sorprendida robando en una tienda en el centro comercial.El dueño de la tienda tenía una cámara oculta y la vio robando.Sabía lo que tenía que hacer.La llevó a su despacho y la hizo agacharse.Luego sacó su gran polla negra y la obligó a bajarle la garganta.Ella estaba llorando y suplicando que se detuviera, pero no fue así.Se la folló duro y luego la subió a la mesa y se la volvió a follar.Después la tomó de espaldas y la metió por detrás.La folló duramente de nuevo y luego se corrió por todo su gran culo.La chica fue castigada por robar y ella aprendió su lección.