En los confines de un asilo, una gatita pícara se encuentra a merced de un doctor sádico.Esto no es tu típico examen; es un juego retorcido de placer y dolor.Los doctores de manos ásperas exploran cada centímetro de ella, ahondando sus dedos profundamente en su apretado agujero.Tampoco se conforma con su boca, obligándola a que se lo meta hasta el fondo de la garganta.Pero eso no es suficiente para saciar sus deseos.La estira, abriéndola bien abierta para que todos la vean.La vista de que se la follan de una manera tan brutal es un espectáculo a contemplar.El doctor la toma fuerte y rápido, cada embestida de él haciendo eco a través de los pasillos vacíos.Es un viaje salvaje, una montaña rusa de placer que la deja gastada y satisfecha.Pero para esta gatita morbosa, es solo otro día en el asilo.