En el auspicioso Día de San Patricio, un joven se encontró en la sesión de tutoría más inesperada.Su tarea era ayudar a una impresionante mujer amateur, Freya Parker, a perfeccionar sus habilidades matemáticas.Poco lo sabía, la verdadera lección que estaba a punto de recibir era mucho más allá del ámbito de la academia.Freya, con su amplio seno y sus curvas irresistibles, tuvo una sorpresa especial guardada para él.A medida que el reloj llegaba a medianoche, el ambiente pasó de estudiar a seducir.Freia, con su insaciable apetito por el conocimiento, comenzó a explorar lo más profundo de sus deseos.Sus hábiles labios y lengua lo llevaron en un viaje de puro éxtasis, dejándolo sin aliento y pidiendo más.Las mesas se giraron mientras correspondía, bañándola con placer hasta llegar al máximo de satisfacción.Este afortunado, ahora siempre agradecido, se quedó con un recuerdo que duraría toda la vida.Entonces, ¿quién dice que aprender no puede ser divertido?.