Gabriella Ford, una teen menuda con tetas pequeñas y sin pelo, se encontró en una situación bastante peculiar.Se acostó en el sofá cuando un pervertido se tropezó con ella, sus ojos se abrieron a la vista de su pequeño marco y sus pequeños y depilados activos.No pudo resistir las ganas de ravisarla, y Gabriella, siendo un buen deporte, obligó.Al bajar el cierre de los pantalones, dejando al descubierto su monstruosa verga, los ojos de Gabriella se abriendo sorpresivamente.Pero aceptó el desafío, y después de un breve momento de shock, lo llevó a su boca.Sus labios se estiraron hasta sus límites, complaciendo su tamaño.La vista de esta chica menuda tratando de manejar su masiva verga fue un espectáculo para contemplar.Pero Gabriella no era nada si no resistente, y continuó complaciéndolo, con su lengua bailando sobre su miembro palpitante.El encuentro fue un viaje salvaje, un testimonio del poder del deseo y el encanto del inesperado.