Cory, una rubia bomba con una inclinación por presumir su amplio trasero, estaba en el gimnasio, trabajando sudando.Su entrenamiento era intenso, con cada bíceps flexionado y cada musculo tensado.Pero no se trataba solo del esfuerzo físico; también se trataba de la emoción erótica de su cuerpo en exhibición.La vista de sus enormes y falsas tetas rebotando mientras levantaba pesas fue suficiente para hacer a cualquiera la carrera del corazón.Cuando terminó su entrenamiento, no pudo resistir la urgencia de desnudarse, exponiendo su tesoro peludo y tetono al mundo.Esto no fue su sesión de entrenamiento promedio; fue una exhibición tentadora de placer tabú, un testimonio del encanto del entrenamiento de Corys fue más que solo un ejercicio rutinario; fue un viaje sensual en las profundidades del deseo, una celebración del prohibido y el erótico.