Me ofrecí para ayudar a mi vecino con su última compra, un dildo masivo.La excitación en sus ojos era palpable mientras desempaquetaba el juguete, ansioso por probarlo.No pude resistir unirme, y pronto me encontré a horcajadas cabalgándolo como una vaquera.La sensación era abrumadora, el juguete me estiraba hasta mis límites.Pero no se trataba solo de placer, también de la emoción de ser atrapado, de las posibles consecuencias.El riesgo solo lo hacía más excitante, alimentando nuestro deseo.La acción continuó en varias posiciones, desde atrás para agacharse, cada una revelando más de mi gran y boquiabierto culo.La experiencia fue intensa, dejándonos a ambos satisfechos y anhelando más.Por el metraje completo, cabeza a xvideosred.