En este relato tentador, una ama europea se entrega a su pasatiempo favorito mientras saborea una copa del vino más fino.Este no es cualquier vino común, sino una botella de lo vintage más exquisito, un testimonio de sus gustos y deseos refinados.Al reclinarse sobre su lujosa caricia, acaricia la superficie lisa de la botella con sus delicados dedos, enviando cada toque estremecimientos de anticipación recorriendo su cuerpo.Su otra mano, entre tanto, explora las profundidades de sus propios deseos, ya que ella misma se complace con la misma intensidad que lo haría una esclava leal.Este es un mundo donde los límites del placer se estiran hasta sus límites, donde la única regla es la de la sumisión absoluta.Este es el mundo donde los sueños cobran vida, donde cada toque, cada caricia, cada susurro es un comando que la envía a un estado de éxtasis puro.Este esun mundo donde cada momento es un momento de placer puro y sin adulterar.