Un paseo salvaje en madera mañanera cuando me revolví para encontrar a las amigas de mis hermanas cabalgando mi polla.La vista de sus cuerpos pequeños y sus tetas pequeñas encima de mí era un sueño hecho realidad.Una de ellas, no mi hermana, tomó el control, montándome más áspero de lo que nunca había imaginado.Sus gemidos sexys llenaron la habitación mientras rebotaban en mi miembro palpitante, sus manos explorando los cuerpos de la otra.La visión de estas chicas en acción era demasiado para resistirse, y no podía contenerme, llenándose la boca de mi semen.Esta fantasía tabú de placer prohibido se había convertido en realidad, y me encontré deseando que pudiera durar para siempre.