Estaba relajándome en mi dormitorio cuando mi hermanastra, la hermosa Riley Jean, se embaucó.Toda estaba muñeca, luciendo como una diosa, y estaba claro que tenía algo en mente.Al acostarme allí, comenzó a desnudarme, dejando ver su irresistible cuerpo.Con su delicioso cabello rubio cayendo por su espalda, sus pechos firmes y su culo perfectamente formado me dejaban embobado.Vale la pena mencionar que ella no es técnicamente mi hermana, pero sus movimientos seductores fueron suficientes para hacerme olvidar ese hecho.Su mirada seductora y la forma en que ella acariciaba mi hombría con sus suaves manos me tenían en la palma de su mano.Mientras ella se a horcajaba, no pude resistir el impulso de empujarme en ella.La vista de su rebotante encima de mí, sus senos balanceándose, era un espectáculo para contemplar.Estaba perdido en la garganta de la pasión, disfrutando cada momento mientras me llevaba profundamente adentro de ella.La experiencia no era nada menos que increíble, dejando un año de comer para más de su vida.