Me invitó a cenar mi atractiva hermanastra.Mientras nos sentábamos en el escritorio, ella comenzó a provocarme, revelando sus piernas perfectas y dándome un vistazo de su encanto seductor.No pude resistir su encango, y pronto estuvimos en la cocina, donde me bajó el cierre del pantalón y me llevó a su boca.La vista de ella chupándome la polla fue suficiente para hacerme perder el control.No pudiendo contenerme y la follé duro sobre la mesa de la cocina.Su lindo rostro y su apretado coño me hicieron anhelar más.Nos trasladamos al sofá, donde ella abrió bien sus piernas, invitándome a llenarla con mi semen.Le di un creampie que la dejó satisfecha y yo anhelando más.Este es un cuento de deseo prohibido y pasión intensa, donde los límites del amor hermano se difuminan en el calor del momento.