Dos hombres, ambos luchando con sus condiciones diabéticas, se encuentran en la misma situación: están agotándose con la insulina.Se dirigen al hospital, esperando encontrar algo de alivio.Tocan a la puerta de una oficina de enfermeras, solo para descubrir que ella tiene la llave de su salvación: un puñado de insulina en su vagina.Los hombres, desesperados y excitados, suplican su caso a la enfermera.Ella, simpatizante de su difícil situación, les ofrece una solución.Permite que uno de los hombres la complazca, mientras el otro observa atentamente.La enfermera luego dirige su atención al otro hombre, llevándolo a su boca y dándole el mismo tratamiento. Mientras los hombres se turnan para satisfacer a la enfermera, finalmente alcanzan su objetivo: la insulina que tan desesperadamente necesitan.La enfermera les recompensa con una doble dosis de satisfacción, ya que les permite turnarse para follarla tanto en su coño como en su culo.Los hombres abandonan la oficina de la enfermería, sus necesidades diabéticas se satisfacieron y sus deseos se cumplieron, todo gracias al enfoque único de las enfermeras en la atención médica.