Ya llevo casado unos años, pero mi esposo no satisface mis necesidades sexuales.Por suerte, tengo un amigo que me entiende mejor que nadie.Hemos pasado por tanto juntos, y él sabe exactamente cómo complacerme.Cuando mi esposo estaba fuera, me acerqué a su lugar, y no perdimos tiempo en ponernos manos a la obra.No perdió tiempo en desenganchar mi corpiño, dejando ver mis amplias curvas.Luego, me quitó el short, dejándome completamente al desnudo.Se tomó su tiempo dándome placer, haciéndome gemir de placer.Luenos, sacó su gran polla y la guio hacia mi coño ansioso.Follamos como conejos, cambiando de posiciones varias veces hasta que ambos llegamos al clímax.Era el mejor sexo que he tenido en años.Espero que mi esposo nunca se entere de nuestro secreto.