Mientras paseaba por la ventana, atrapé un vistazo al apasionado amor de mis vecinos.Quedé cautivada por la vista y decidí escabullirme por las persianas.¡Lo que vi me dejó hechizado!La pareja se dedicaba a una posición caliente del misionero, sus cuerpos se entrelazaban en un baile tan antiguo como el tiempo en sí.Las fuertes manos del hombre estaban acariciando sus amplios pechos, mientras ella gemía en éxtasis.Estaba pegada a la vista, mi corazón follando en mi pecho.De repente, el hombre la volteó, dejando ver sus naturales y deliciosas tetas.No pude apartar la mirada mientras él la embestía por detrás, su ritmo correspondía con el pulsante latido de mi propio corazón. La vista de ella agachada, siendo tomada por detrás, era demasiado para resistirme.Me vi perdida en las gargantas de mi propio placer, viendo cada momento desplegarse.El hombre cambió de posición, revelando su rostro, y vi el puro éxtasis grabado en sus rasgos.Quedé sin aliento, mi visión borrosa por la intensidad de mi propia excitación.Nunca antes había sido testigo de una pasión tan cruda y sin filtros.