A las alturas de la noche, mi prima insomnio y yo nos encontramos en una situación peculiar.Siempre me había intrigado el mundo del crossdressing, y como la suerte lo hubiera hecho, mi prima tenía una colección de atuendos seductores.Deseosa de explorar, me ponía un atuendo tentador, encendiendo una chispa de deseo dentro de mí.Cuando me entregaba al auto-placer, la mirada de mis primos se vio atraída por mi excitación abultada.La vista de mi propia hombría, ahora mujeres, era demasiado para resistirse.Con una sonrisa diabólica, mi prima se bajó la cremallera, dejando ver un miembro masivo y palpitante.La vista del mismo envió una ola de excitación atravesando mis venas.Con ganas de llevarlo ansiosamente, saboreando cada centímetro de su impresionante tamaño.La habitación resonó con nuestros gemidos mientras nos perdíamos en el éxtasis de nuestra escapacita cruzada de última noche.