Un hombre y una mujer se acurrucaron en una cama, explorando sus manos los cuerpos del otro.Las mujeres con los dedos encontraron camino a su hábil hábil virilidad, acariciándolo.Al llegar al pináculo del placer, él trataba de corresponder tocándose, pero sus movimientos eran torpes y descoordinados.Frustrado, le pidió que tomara el control, pero ella declinó, diciendo que necesitaba enfocarse en su propio placer.Esto solo alimentó su deseo, su orgasmo se acumuló.Pero justo cuando él estaba a punto de llegar al clímax, accidentalmente golpeó el botón de parada en su teléfono, arruinando el momento.Decepcionado y frustrado, se acostó allí, su deseo insatisfecho se demora.Este incidente los dejó a ambos sintiéndose insatisfecha, un recordatorio de los desafíos de la multitarea en el dormitorio.