Llevo un rato mirando a esa esposa infiel.Su marido no se la corta en la cama, así que ella siempre está a la caza de más.Un día, ella se acercó y nos pusimos abajo y sucios en la cama.Ella se agachó y yo fui al pueblo a su jugoso coño, haciéndola chorrear de placer.Su esposo nunca la hizo sentir de esa manera.Después de una buena lamida, deslicé mi polla dentro y la cabalgué con fuerza.Le encantaba cada segundo de ello, gimiendo y chordeando por todos lados.Su hombre nunca le daría ese tipo de atención.¿Pero quién lo necesita cuando me tienes?.