El joven ha estado albergando un deseo secreto por su madrastra, Cory Chase, desde que entró en sus vidas.Sus voluptuosas curvas y la seductora belleza le han sido una tentación constante.Un fatídico día, mientras se aventuró hasta las escaleras, captó un atisbo de Cory en el pasillo, su cuerpo en plena exhibición.Incapaz de resistir las ganas, se precipitó hacia ella, sus manos explorando sus amplios atributos.La vista de su miembro palpitante solo alimentó su deseo, y ella lo tomó ansiosamente en su boca.El sabor de la esencia de su hijastro solo aceleró su excitación, y no perdió tiempo en montarlo en un paseo salvaje de vaquera.La intensidad de sus encuentros aumentaron, sus gemidos resonando en la casa vacía mientras exploraban los cuerpos del misionero y desde las posiciones detrás.El clímax de su lujuria lo vio llenándola con su caliente carga de encuentro, dejándola satisfecha y cumplida.