Cuando un paciente se encuentra en el hospital, nunca espera obtener algo más que atención médica.Sin embargo, este hombre se sorprendió cuando su suegra y sus madrastras aparecieron para un trío caliente en el sofá.La doctora, al notar la situación inusual, decidió unirse, lo que la convirtió en un encuentro grupal.La habitación se llenó de gemidos y placer mientras todos se entregaban a sus deseos salvajes.Los límites tabú se difuminaron cuando las mujeres se turnaron para darse placer entre ellas y al paciente, mientras la doctora agregó su propio toque a la sesión morbosa.El intenso encuentro dejó a todos sin aliento y satisfechos, haciendo que el hospital se quedara todo menos aburrido.Con la ayuda de la terapia cognitiva de comportamiento, pudieron resolver sus tensiones sexuales y salir del hospital con un nuevo sentido de placer.Esta fue una noche de pasión que nadie olvidaría.