Después de un largo y agotador día de trabajo, el joven no podía esperar para volver a casa y pasar un tiempo de calidad con su madrastra.En cuanto entró por la puerta, se encontró en los brazos de su sensual madrastro, que había estado esperando ansiosamente su regreso.El calor entre ellos era palpable, y no pasó mucho tiempo antes de que se encontraran en la oficina, el aire espeso con deseo.La madrasdrastra, una seductora experimentada, no perdió tiempo en ponerse manos a la obra.Abría el cierre del pantalón adolescente, dejando ver su polla dura como una roca.La tomó en su boca, chupándola apasionadamente antes de permitirle corresponder.El escritorio de la oficina se convirtió en su parque de juegos mientras se involucraban en un encuentro salvaje y apasionado.Las madrastas con el coño y el culo apretados estaban completamente complacidos, dejándola gimiendo en éxtasis.El clímax vio al afortunado llenando su coño ansioso con su carga caliente, dejando a ambas completamente satisfechas.