Desde que comenzó a jugar su último juego, he estado alimentando un deseo creciente por mi novia.Me ha estado volviendo loca, y he estado esperando ansiosamente el día en que podría reclamarla por mí mismo.Cuando finalmente llegó el momento, sabía que era ahora o nunca.La aleje de su juego, prometiéndole un masaje calmante para aliviar sus músculos cansados.Nada más estar en la mesa, no pude resistirme más.Dejé que mis manos vagarán, explorando cada centímetro de sus curvas deliciosas.Sus tetas grandes y firmes y su culo redondo y jugoso solo estaban pidiendo ser tocados.No perdí tiempo, acariciando su piel con mis manos, mis dedos bailando sobre su cuerpo. La sensación era embriagante, y podía sentir mi deseo acumulándose dentro de mí.Sabía perfectamente lo que ella quería, y estaba más que dispuesto a dárselo.Bajé la mano, tomando sus grandes tetas entre mis manos y brindándoles la atención que merecían.Sus gemidos crecieron más fuerte a medida que la masajeaba, su cuerpo respondía a mi toque.Podía sentir su excitación reflejando la mía.La anticipación era palpable, y sabía lo que venía después.Deslizaba mis dedos hacia abajo, sintiendo su humedad.Era hora de cogerla, y eso hice justo, follándola fuerte y profundo.La vista de su culo rebotando solo avivaba mi deseo, llevándome a tomarla aún más fuerte. El placer fue abrumador, y ambos encontramos nuestra liberación juntos.