La trama se engrosa cuando el marido confronta a su desleal cónyuge sobre su ilícito encuentro con el vecino.La evidencia es irrefutable - un montón de toallas y lencería a los vecinos, y el refrán se firma en sus labios.El marido, vestido de ira y traición, le ordena que se desnude y se baje a sus rodillas.Ella duda, con los ojos llenos de miedo y pesar.Pero el marido, implacable en su venganza, le manda que pruebe su lealtad.Para su consternación, le baja la cremallera del pantalón, dejando ver una firme virilidad.Sus ojos se abrieron de shock, pero ella sabe que no tiene otra opción.Con un corazón pesado, lo lleva a su boca, sus habilidades expertas en plena exhibición.La habitación está llena de un silencio inquietante mientras realiza su deber, su marido viendo cada movimiento.La vista de su mujer, reducida a una mera puta comepollas, es un espectáculo para contemplar.Esto es un cuento de lujuria, traición y venganza donde la línea entre amor y odio se desenfoca.