Después de un largo y agotador día de trabajo, me encontré deseando un rato de calidad con mi terapeuta.Poco sabía, tenía en mente un tipo diferente de terapia.Cuando empezamos a charlar, no pude resistir las ganas de exhibir mi impresionante polla.Estoy hablando de una polla tan enorme, casi irreal.La provoqué con ella, viendo asombrar a sus ojos.Pude ver que estaba intrigada, y ¿quién podría culparla?¿Quién no sería?La llevé al sofá y la vi agacharse, presentándome su culo perfecto.No pude resistir la urgencia de follarla en ese momento y allí.La tomé por detrás, follando su apretado coño.Luego, la hice montar mi polla, viéndola rebotar y bajar sobre mí.El clímax fue una gran e inesperada corrida en su cara.¡Qué manera de terminar la terapia!.