Había llegado el día de la boda, y la novia, consumida por sus ganas de pasión, optó por renunciar a sus nupcias y en su lugar disfrutar de un encuentro caliente con su vecino.En un movimiento atrevido, se salió de sus obligaciones matrimoniales para participar en una sesión apasionada de hacer el amor con su vecina, ignorando las normas sociales de la fidelidad.Al entrar en su morada, fue recibida con una vista que le aceleró el corazón: su impresionante hombría, de pie alta y orgullosa.Incapaz de resistirse al atractivo, se arrodilló ansiosamente ante él, su lengua bailaba sobre su eje palpitante, sus ojos encerrados en los suyos.Una vez satisfechos con sus ministraciones orales, la levantó a sus brazos, colocándola perfectamente para una sesión misionera apasional.Su grueso miembro se hundió en ella, sus cuerpos se movieron a ritmo, sus gemidos resonaban por la habitación.La intensidad, minando en un creampie climático, dejándola completamente satisfecha y él completamente agotado.