El joven ladrón negro, Isla Biza, fue pillado en pleno acto de robarle algunos documentos sensibles de la oficina de policía.Se encontró esposada y a merced del corrupto oficial con el que se había cruzado.En vez de enviarla a la cárcel, decidió usarla como su juguete personal.Le ordenó que se dejara caer de rodillas y le diera el mejor sexo oral de su vida.Siendo una pornstar experimentada, ella sabía perfectamente lo que él quería.Le tomó con ansias la polla en la boca, haciéndole una garganta profunda que le dejaba sin aliento.El oficial quedó impresionado por sus habilidades y le pidió que mostrara sus otros talentos.Sin dudarlo, abrió las piernas y le invitó a follarla allí mismo en la oficina.La follada morbosa de la oficina fue solo el comienzo de su aventura sucia.Siguieron explorando los cuerpos del otro, turnándose para satisfacer los deseos del otro.El oficial estaba más que feliz de dejar que Isla se fuera tras su salvaje encuentro, pero no sin antes haberle prometido una repetición de actuación.