El joven ladrón Madison fue pillado in fraganti por la policía mientras intentaba robar en una tienda de conveniencia.En vez de enviarla a la cárcel, los oficiales decidieron castigarla de una forma más poco convencional.La llevaron a la oficina de los almacenes, donde sabían que conseguiría lo que se merecía.El grupo de hombres que la esperaba estaba más que ansioso por enseñarle una lección que no olvidaría.Uno de ellos, un hombre bien dotado, le ofreció su gran polla para que Madison la chupara.No tuvo más remedio que obedecer, y a medida que comenzó a hacerle una mamada, apareció frente a ella otra polla de hombre.Pronto, había tres hombres, todos recibiendo sus pollas chupadas por el joven ladron.El castigo fue duro, pero Madison aprendió su lección de la manera dura.